Semana Mundial del Glaucoma

12 al 17 de marzo de 2023.

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¿Qué es el Glaucoma?

Se llama glaucoma al daño progresivo del nervio óptico, el cable que conecta el ojo con el cerebro. La mayoría de las veces, este daño es causado por el aumento de la presión dentro de los ojos.

Este daño resulta en la pérdida de la visión, en la periferia, en el campo visual. Y no se expresa como visión borrosa, sino como una reducción del área en la que la persona puede sentir que algo se está moviendo a su alrededor.

Es una enfermedad silenciosa hasta sus últimas fases, y de no ser tratada, produce pérdida irreversible de la visión.

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¿A quién le da glaucoma?

No sabemos exactamente quién va a tener glaucoma en el futuro. Pero si sabemos que por lo general las personas que tienen esta enfermedad comparten uno o más rasgos que se llaman factores de riesgo:

El factor de riesgo más importante para padecer glaucoma es tener alta la presión en los ojos.
El segundo factor de riesgo es tener un familiar directo con glaucoma.
Factores de riesgo menores son la edad avanzada, la ascendencia africana o hispana, la miopía, y algún golpe fuerte en los ojos, entre otros más pequeños.
Una persona no necesita tener todos los factores de riesgo para tener glaucoma, pero por lo general, entre más se acumulen, más grande es la posibilidad de desarrollarlo.

¿Qué pasa si no se trata?

Si el glaucoma no se trata, la persona está en riesgo de perder de forma permanente la visión en los dos ojos.

La pérdida de la visión en el glaucoma es silenciosa, y ocurre solamente después de mucho, mucho tiempo de padecerlo.

Tratar el glaucoma de forma efectiva, reduce de forma muy importante el riesgo de perder la visión.

La pérdida de la visión no suele ocurrir como sensación de visión borrosa, sino la disminución del área en la que una persona puede detectar luz.

¿Cómo se trata el glaucoma?

El objetivo del tratamiento del glaucoma es reducir la presión dentro de los ojos. La mejor forma de hacer esto depende de cuánto daño exista ya en el ojo.

Para daños leves y moderados, la terapia suele ser una combinación de láser y gotas.

Las gotas suelen ser menos costosas, pero hay que ponerlas todo el tiempo y en la mayoría de las personas ocurren efectos secundarios, usualmente leves, y sobre todo relacionados a ojo seco.

La terapia láser es preferida para los glaucomas leves, puesto que una sola sesión de 5 minutos por ojo, sin riesgos para la visión, es capaz de reducir la presión hasta por 2 años.

Para los glaucomas más avanzados, o pacientes que no logran estabilizar la enfermedad con las gotas y el láser, se comienza a pensar en realizar cirugía de glaucoma.

¿Quién necesita cirugía para glaucoma?

La cirugía de glaucoma consta en realizar un pasaje alterno para el drenaje de la presión en el ojo.

Aunque la gran mayoría de las veces tiene éxito, los riesgos que implica hacen que las reservemos solamente cuando no nos queda otra opción.

Solamente cuando la presión no está controlada, o el glaucoma sigue avanzando aunque la persona ya utilice todas las gotas y el láser, es que pensamos en recomendar cirugía.